jueves, 12 de septiembre de 2013

Aún falta.

Sé que pronto, llegará un día en el que me despierte y comprenda que te fuiste. Que me despertaré y no te echaré de menos, y que podré ir en una dirección diferente a la tuya. Me resigno a aceptar, que sé que ese día tardará en llegar, y yo sólo espero que cuando ese día llegue, tú ya te hayas ido... o tal vez hayas vuelto.

"Últimas palabras"

En este momento hay seis mil novecientos treinta y ocho millones quinientos veintidós mil ochocientas cuarenta y cuatro personas en el mundo. Más de siete mil millones de almas.

Las cosas nunca son lo que parecen, creemos que entendemos el mundo que nos rodea, creemos que lo sabemos todo, pero últimamente me estoy dando cuenta de que en realidad no sabemos nada.

Yo tenía una vida normal, era feliz, como tú, como cualquier otro, pero de un día para el otro el mundo te da una patada en la boca y no te queda más remedio de ver las cosas tal y como son. Si estás leyendo esto, probablemente signifique que decidí bajar los brazos. El dolor es demasiado grande, demasiado.
Ojalá las cosas fueran diferentes, ojalá cuando abra los ojos me despierte y vea que todo esto es un sueño, ojalá. Lamentablemente, sé que eso no va a pasar. Por un lado mi corazón me pide a gritos que no la deje ir, peor mi cabeza no puede más, creo que es tiempo de dejarla ir.

En este momento hay seis mil novecientos treinta y ocho millones quinientos veintidós mil ochocientas cuarenta y cuatro personas en el mundo, más de siete mil millones de almas. Pero hay veces que todo lo que necesitas es una.

miércoles, 24 de julio de 2013

Mi despedida.

No te escribiré una despedida, porque eso supondría el final. Y no puedo permitirme un final, no dejaré que ésto acabe. No voy a construir tanto para derribarlo a la mínima, soy más fuerte que ésto.








PD: Siento decepcionarte.

lunes, 22 de julio de 2013

Pestañas asimétricas.

No había métrica en tus labios aquella noche, porque las palabras que ocultaron con los besos. Se las llevó un diccionario de suspiros y susurros, un vídeo de caricias y abrazos, y ahí se reunieron formando un poema de versos asimétricos, tan asimétricos como el filo de tus pestañas impactando a mil por hora cuando parpadeas, y yo lo oigo, créeme que te oigo cuando parpadeas.
Porque sí, de ti podría llegar a escuchar hasta al mismísimo silencio. 
Pero hoy no encuentro sonidos ni palabras. Tan siquiera encuentro pestañas asimétricas. No sé, yo sé que te has ido, pero eso no quita para que no pueda oírte. Deberías hundirte en el océano más profundo si quieres que deje de escucharte o leerte.
Porque no, no hay jardín, pero aún quedan flores.

viernes, 28 de junio de 2013

Las peores cicatrices.

Las peores cicatrices no son las más profundas, sino las superficiales. Esas que durante unos días duelen, pero a la mínima se curan, y se abren de nuevo de vez en cuando.
Olvidamos su dolor cuando dejan de sangrar, pero no debemos olvidar que siguen ahí en la piel.
Y lo peor de esas cicatrices es que no son cicatrices, sino heridas. Heridas que una vez que curan, nos olvidamos. Marcas que no quedan. Dolor que se va. 
Y son peores, digo, porque así olvidamos rápidamente quién nos la hizo, no como cuando queda la marca de una cicatriz, y así, su recuerdo.

jueves, 20 de junio de 2013

Indescriptible.

A veces uno no puede explicar lo que siente, porque siente tanto, que es indescriptible.
A veces, un miedo emerge de dentro, advirtiendo que es demasiado, entonces nos bloquea, se vuelve tabú en nuestra mente, aunque no en nuestro corazón.
Una experiencia nueva, un sentimiento de alerta, cualquier mínimo movimiento dentro de nosotros para activar esa alarma y etiquetarlo de "Demasiado". No nos quejaríamos si fuera demasiado poco.
Déjalo ser, deja que se haga, porque:

"En blanco te dejaré como dejo este verso, 
porque tú conviertes las curvas en rectas."

Tal vez si lo dejas en blanco, aparece alguien, alguien que convierta en rectas todas las curvas, alguien digno de apagar la alarma.

Siempre fuimos demasiado                    , pero nos faltó mucho                   para llegar.

miércoles, 29 de mayo de 2013

Querida víctima.

Querida víctima:
He visto el miedo en tus ojos, y estaba yo reflejado. Siempre imaginaste que sería lo mejor de tu vida, y ahora me tienes miedo, qué curioso. Cada vez estás más enganchada, lo sé. No puedes desprenderte de mí, jamás podrás, una vez que pasa no hay vuelta atrás. He invadido tu vida, tu mente, tu corazón, incluso tu alma. Soy tu dueño, tú ya eres mía. Me atrevería incluso a decir que yo decido tu futuro, vivo tu presente, y revivo tu pasado.
Y pasarás noches en vela por mi culpa, y llorarás, y sufrirás. Seré el vacío en tu pecho cuando te quedes sola.
Pero, víctima mía, reconoce algo. Te gusta estar atada a mi. Porque a todos nos gusta ser libres, pero necesitamos una cuerda cuando somos funambulistas, y tu vida es una cuerda entre dos rascacielos.
Querida víctima, no me odies. Te juro que te daré los mejores momentos. Y también los peores.
Atentamente, el que hace que te enamores.