viernes, 28 de junio de 2013

Las peores cicatrices.

Las peores cicatrices no son las más profundas, sino las superficiales. Esas que durante unos días duelen, pero a la mínima se curan, y se abren de nuevo de vez en cuando.
Olvidamos su dolor cuando dejan de sangrar, pero no debemos olvidar que siguen ahí en la piel.
Y lo peor de esas cicatrices es que no son cicatrices, sino heridas. Heridas que una vez que curan, nos olvidamos. Marcas que no quedan. Dolor que se va. 
Y son peores, digo, porque así olvidamos rápidamente quién nos la hizo, no como cuando queda la marca de una cicatriz, y así, su recuerdo.

jueves, 20 de junio de 2013

Indescriptible.

A veces uno no puede explicar lo que siente, porque siente tanto, que es indescriptible.
A veces, un miedo emerge de dentro, advirtiendo que es demasiado, entonces nos bloquea, se vuelve tabú en nuestra mente, aunque no en nuestro corazón.
Una experiencia nueva, un sentimiento de alerta, cualquier mínimo movimiento dentro de nosotros para activar esa alarma y etiquetarlo de "Demasiado". No nos quejaríamos si fuera demasiado poco.
Déjalo ser, deja que se haga, porque:

"En blanco te dejaré como dejo este verso, 
porque tú conviertes las curvas en rectas."

Tal vez si lo dejas en blanco, aparece alguien, alguien que convierta en rectas todas las curvas, alguien digno de apagar la alarma.

Siempre fuimos demasiado                    , pero nos faltó mucho                   para llegar.