martes, 19 de febrero de 2013

Combustión.

Fue tu culpa. (O tal vez la mía...)
De darme todo, y de pronto, nada.
Brillabas... Te apagaste.
Vete. No porque quiera que te marches, sino porque quiero verte volver.
Vuela. No porque quiera que subas alto, sino porque quiero cogerte al caer.
Ódiame. No porque quiera que me odies, sino porque quiero que veas que me necesitas.
Ámame. No porque quiera que me ames, sino porque quiero que veas lo que duele amar.
Bésame. No porque quiera... (Si, si que quiero) ...hazlo.
Brilla. De nuevo. Pero no te apagues. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario