Porque en realidad, no importa:
Ni el qué.
Ni el quién.
Ni el cómo.
Ni el cuándo.
Ni el dónde.
Que sólo importa que te quiero, a ti, como nunca he querido a nadie, desde antes incluso de conocerte, y aquí, a tres milímetros de tu boca o estando cada uno en una punta del mundo.
Tu, aquí importas tu.
No hay comentarios:
Publicar un comentario